El COVID-19 se contagiaria por el aire. ¿Se impone el uso de mascarillas?
El Dr. De la Policlínica de Santa Catalina , Soriano, Dr. Jose Zapata a traves de un audio viralizado apunto a la importancia de usar mascarillas preventivas. Al menos seria un elemento que podria a ayudar a prevenir el contagio, contrariamente a lo que se habia informado hace algunos dias. Ahora un informe internacional tambien afirma que los estudios demuestran que los tapabocas reducen la cantidad de coronavirus expirados por enfermos.
Parece posible que el nuevo coronavirus se transmita cuando las personas hablan y respiran, según los científicos de Estados Unidos, mientras la Casa Blanca se prepara a recomendar el uso de mascarillas a la población.
La transmisión por vía aérea daría una explicación a la alta tasa de contagio que tiene el virus del COVID-19, pues las personas infectadas pero asintomáticas serían responsables de una gran parte de los contagios.
Anthony Fauci, director del Instituto nacional de enfermedades infecciosas y principal consejero del presidente Donald Trump durante la pandemia, dijo en Fox News ayer viernes que las informaciones indican que “el virus realmente puede transmitirse incluso cuando la gente simplemente habla, no solo cuando tose o estornuda”.
Las academias estadounidenses de ciencias detallaron en una carta enviada a la Casa Blanca el miércoles varios resultados científicos preliminares que hacen inclinar la balanza hacia la posibilidad de que el virus se transmita por el aire, y no solamente por las gotas expedidas en un estornudo o sobre superficies.
“Los trabajos de investigación actualmente disponibles plantean la posibilidad de que el SARS-CoV-2 puede ser transmitido por los bioaerosoles generados directamente por la expiración de los pacientes”, escribió Harvey Fineberg, presidente del comité de enfermedades infecciosas emergentes, en la carta a nombre de las academias estadounidenses.
“Una de las (piezas) de información que hemos confirmado ahora es que un número significativo de personas infectadas en realidad permanecen asintomáticas”, había alertado el martes Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esa parte de los infectados puede ser de “hasta un 25%”, agregó, citando datos de China.
Investigadores de la universidad de Nebraska encontraron porciones del código genético del virus en el aire de las habitaciones donde estaban aislados pacientes.
En tanto, investigadores de la universidad de Hong Kong recientemente observaron que el uso de máscaras reducía la cantidad de coronavirus expirados por los enfermos (en un experimento hecho con otros virus diferentes al SARS-CoV-2).
El trabajo fue publicado en la revista Nature Medicine. Benjamin Cowling, el profesor que lideró el estudio en el centro colaborador de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Hong Kong, dijo que sus hallazgos podrían ser extrapolados a máscaras de algodón más simples. “Mi visión de experto es que las máscaras de tela o algodón tendrían un efecto, aunque tal vez menos efectivo que una mascarilla quirúrgica colocada de manera apropiada”, dijo Cowling.
Por su lado, investigadores chinos en Wuhan tomaron muestras del aire en diversas instalaciones de hospitales de la ciudad y descubrieron concentraciones elevadas del nuevo coronavirus, especialmente en los baños y las salas donde los cuidadores se quitaban sus equipos de protección.
Debido a estos resultados, los responsables estadounidenses se preparan para recomendar a todos los ciudadanos del país el uso de mascarillas, preferiblemente artesanales, aunque aún se desconoce en qué circunstancias y cuán obligatorio será. “Yo no pienso que vaya a ser obligatorio”, dijo Trump el jueves.
Hasta ahora había pocas evidencias científicas firmes sobre la efectividad de las mascarillas faciales en la ralentización de la transmisión de enfermedades respiratorias.

Rupert Beale, un especialista en infecciones biológicas del Francis Crick Institute de Londres que no estuvo directamente implicado en el trabajo de Cowling, dijo que el estudio ofrece una “evidencia fuerte y convincente” sobre el uso de mascarillas como medio para reducir la transmisión de algunos virus, pero que no son una “bala mágica”.
“Llevar mascarilla no evita por completo la transmisión y no puede ser confiable como medida única”, afirmó Beale, “pero combinado con otras medidas de distanciamiento social debería formar parte de la ‘estrategia de salida’ del confinamiento