Qué hacer con los chicos en casa en tiempos de coronavirus
¿Qué hacemos con los niños? Esta pregunta empezó a rondar en la cabeza de los padres cuando escucharon que las clases se suspendían debido a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Con el anuncio del Ministerio de Educación y Cultura, llegó un obligado cambio en la rutina de los pequeños, que están acostumbrados a pasar los días entre la escuela, el club y las plazas. Por recomendación de las autoridades, las familias deben evitar lugares de alta concentración de personas y se han cancelado las funciones de cine y teatro. No queda otra opción que pasar los días en casa. Este nuevo escenario pone a prueba la imaginación de los adultos y su capacidad de pensar en planes y actividades para hacer dentro de cuatro paredes. La tarea puede ser complicada, pero siempre aparecen recursos para entusiasmar a los pequeños. Aquí compartimos 10 ideas prácticas y divertidas para olvidarse -al menos por un rato- de la pandemia que sacude al mundo.
1. Huevos locos
Hay un clásico que nunca falla: las tardes de huevos decorados. Antes de que las computadoras barrieran a las manualidades como principal fuente de entretenimiento, la decoración sobre cualquier superficie era una forma práctica y sencilla para divertir a los pequeños (y a los grandes también). El primer paso para disfrutar de este juego es romper el huevo con los pulgares y retirar la clara y la yema. Luego se tiene que enjuagar las dos mitades de las cáscaras con agua y dejarlas secar. Se vuelven a pegar con un pegamento (cualquiera funciona) y se coloca el huevo en una huevera para secarlo. Después, se cortan pedazos de papel (pueden ser de una revista, un diario o de seda) y se pegan por todo el huevo. En este momento se da rienda suelta a la imaginación.

Se pueden usar pinceles con pintura de colores, pegar más pedazos de papel para hacer un collage o pintar flores. Otra posibilidad es recubrir el huevo con un papel o tinta lisa, dibujarle ojos, una pequeña boca y pegarle pequeños palillos para hacer un monstruo o un conejo de pascua. Materiales: huevos, trozos de papel, pegamento, pinceles, pintura.
2. Aprendiendo geografía
Los juegos pueden venir con un buen aprendizaje, y dar lecciones de geografía en casa. Se puede introducir una clase improvisada con la fabricación casera de una colección de banderas. Antes de ponerse manos a la obra, se necesitan papeles de colores, tijeras y cascola. Una vez que se tienen los materiales, los padres guían a los niños en el dibujo de banderas como una excusa para hablar de los países, su cultura y su historia. Pueden usan lapiceras, acuarelas o papeles de colores. Por último, se puede usar un hilo o lana para colgar las banderas y repetir (como si fuese una prueba divertida) el nombre de cada nación. Materiales: tijeras, papeles de colores, cascola, lápiz, hilo o lana.
3. Usando las manos
Las manos son aliadas perfectas para recrear figuras. Una de las opciones más fáciles y lúdicas para potenciar la imaginación es hacer pequeños diseños de mariposas con pinturas que, probablemente, todos los niños tengan en sus casas. Con cuidado y sobre un mantel o cartulina para no manchar la superficie, los niños usan pinceles para pintarse las manos y dejar su huella (sin los pulgares) en una hoja de papel. Luego se deben lavar las manos con cuidado y pintarse con otro color los pulgares. Estos pequeños dedos servirán para imprimir el cuerpo de la mariposa sobre el papel.

Cuando se seque, se pueden dibujar las antenas con el mismo color y dibujar líneas sobre las alas. Con este mismo mecanismo se crean flores; una vez que se seca el dibujo de las manos sobre el papel, se hacen largas líneas horizontales sobre el dibujo y se pinta un tallo verde. Así, se utilizan los mismos materiales para tener dos resultados. Materiales: al menos dos pinturas de distinto color, una hoja de papel y mucha agua para limpiar las manos.
4. Pequeños cineastas
En estos tiempos, los niños suelen correr a mirar el último capítulo de una serie en Netflix o un video en YouTube. Así que un buen plan para una tarde menos manual pero creativa es grabar una película con la cámara del celular. En este juego los protagonistas varían; se pueden usar desde juguetes hasta mascotas, según el guion que piensen en equipo. También eligen las escenografías y utilería en el living, el cuarto o la cocina. La casa de las muñecas, la pista de autos o los utensilios pueden ser los aliados perfectos para crear una película que en el futuro les recordará el tiempo que pasaron juntos. Después de pensar y grabar el video, se pueden descargar aplicaciones de edición de video para darle un cierre a la historia. La mayoría son gratuitas, bastante intuitivas y prácticas.
5. La magia del slime casero
Hace un tiempo la plastilina perdió su lugar protagónico en los juegos de los niños por la llegada del slime. Los pequeños están obsesionados con esta sustancia pegajosa y multicolor que se usa para aplastar, crear figuras, tirar y volverla a utilizar. La mayoría se compra en las tiendas, pero hay una divertida forma para hacerla en el hogar. Para el slime casero se necesita 170 gramos de cascola blanca, media cucharada de levadura, dos de agua, espuma de afeitar, líquido de lentes de contacto y cinco gotas de colorantes de comida. Aunque la combinación puede sonar un poco extraña, el resultado es efectivo y entretenido para los niños. Eso sí: el proceso debe ser vigilado y realizado con la custodia de un adulto responsable.
En un bowl se debe mezclar, en este orden, la cascola, el agua, la levadura, la espuma de afeitar y el colorante. Luego se añaden dos cucharadas del líquido para el lente de contacto y se espera cinco minutos para repetir la acción. Las medidas pueden variar. Es recomendable mirar el tutorial paso a paso de The Best Ideas For Kids, una página que es gratuita y tiene más recetas.
6. Un cuento para dormir
La lectura antes de dormir es un método efectivo para que los niños concilien el sueño. Todos los días a las 21 horas, el escritor uruguayo Iván Kirichenko destina unos minutos para leer un cuento infantil de su autoría en vivo en su cuenta de Instagram. Las historias de viajes y aventuras de dos niños son parte del libro Polo y Analía viajan por el mundo, que ilustró con los dibujos de la periodista Paz Sartori. Su cuenta de Instagram es @rusokirichenko y las lecturas serán hasta el martes 31.
7. La música enseña
El mundo no está detenido. Los integrantes del proyecto Villazul escriben canciones para enseñar y ayudar a los niños a realizar actividades cotidianas. Este jueves 19 darán un concierto a través de Facebook para levantarles el ánimo a los más pequeños. Los padres pueden escribir mensajes por privado para pedir saludos especiales o dedicarles canciones a sus hijos. La cita es a las 19 horas.
8. Para endulzar el paladar
El picoteo entre horas puede ser un dolor de cabeza para los niños y los padres que están trabajando desde casa. Las situaciones fuera de lo común causan nuevos hábitos inesperados y, como dice el dicho, cuando te aburrís, comés. Una forma saludable y entretenida para calmar la ansiedad es preparar helados caseros en familia.

Los que tienen moldes infantiles solo necesitan cortar la fruta que deseen en pequeños trozos, rellenar el resto con agua y cerrar el molde con el palito colocado. También se pueden usar jugos de frutas. Los que no tienen estos moldes pueden suplantarlos por cualquier otro molde o pote (como el envase de un yogur). Se deben dejar al menos dos horas en el freezer y esperar a que esté listo.
9. Conociendo a la familia
Casi siempre la historia familiar es tan atractiva como el argumento de una película o los cuentos de los protagonistas en un libro. Para los niños, es interesante saber de dónde vienen y cómo se componen sus familias. Así, el encierro se convierte en un aliado para descubrir y explicar las relaciones con una hoja, un rato de charla y un lápiz de por medio. También se pueden abrir las cajas de los recuerdos o álbumes para ver a sus bisabuelos o analizar el parecido con sus padres cuando eran pequeños. Es una práctica perfecta, además, para llamar a sus abuelos, tíos, primos y preguntarles sobre su árbol genealógico. Y puede estar complementado con una segunda parte: armar un álbum familiar decorado y con fotos elegidas por los niños.
10. Volviendo a los clásicos
Los juegos de caja, las manualidades y las actividades son entretenidas, pero es cierto que tiene un límite. Si finalmente se han agotado todas las ideas, una buena opción es sentarse todos juntos frente al televisor y mirar las películas que definieron la infancia de los padres. Los sitios online y las cuentas de Netflix están repletas de clásicos del cine y la televisión de otras generaciones que, por supuesto, no pierden vigencia. A los niños les encanta ver cómo se vivía y qué se veía antes.
El juego del coronavirus

Las recomendaciones para prevenir el coronavirus son sencillas: evitar el contacto físico, lavarse las manos de forma constante y estar el mayor tiempo posible en casa. Se deben evitar las grandes aglomeraciones de personas y, en lo posible, limitar las actividades sociales. Pero puede ser difícil que los niños respeten (y entiendan la importancia) de lavarse las manos de forma constante. Una buena forma para que lo hagan es jugando. Todas las mañanas los padres les pueden pintar un pequeño dibujo del coronavirus en la mano para que traten de borrarlo a lo largo del día con agua y jabón. Si antes de ir a dormir lograron borrarlo, ganarán un punto. Cuando lleguen a 20 puntos, tendrán un premio.
Seguir aprendiendo
Mientras las clases están suspendidas, los alumnos de Primaria pueden repasar los temas de las distintas materias con contenidos lúdicos y libros de lectura. La propuesta de Aulas virtuales está a cargo de la editorial Santillana, que ofrece una aplicación gratuita. Dentro de las propuestas, se incluyen contenidos sobre lengua, inglés y matemática. También tiene juegos, videos y cuentos interactivos. Fuente Galeria