Regular el mercado de marihuana no derivó en aumento del consumo

Preocupa a las autoridades de la Junta Nacional de Drogas el consumo de alcohol, cuyo registro es el más alto desde que se analiza.El secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Diego Olivera, y el director ejecutivo del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), Martín Rodríguez, lideraron la presentación de la VIII Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media (2018), que registra datos de los adolescentes de entre 13 y 17 años y se realiza cada dos años.Los datos y el análisis estuvieron a cargo de Jessica Ramírez, integrante del Observatorio Uruguayo de Drogas, Magdalena Cerdá, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, y Rosario Queirolo, docente del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica.La ley n.° 19172, que regula el mercado de cannabis, se aprobó en diciembre de 2013 y se implementó entre 2016 y 2018. En ese período no se registró crecimiento en la cantidad de consumidores de marihuana.“En el contexto de un cambio del marco regulatorio, se supervisa con preocupación qué pasa con el consumo (en personas) por debajo de los 18 años”, tendencia cuyo análisis deberá continuar, estableció Olivera.El dato concuerda con el informe que la Universidad de Nueva York presentó posteriormente, un estudio comparativo del consumo de cannabis con Argentina y Chile, que tampoco registra diferencias estadísticas considerables con el cambio de regulación.La preocupación relevante es el consumo de alcohol en la adolescencia, que inicia en edades muy tempranas (alrededor de los 13 años).“Es uno de los grandes desafíos que tiene por delante el país, desde el Gobierno, pero también desde la sociedad toda, involucra a las familias y a las instituciones educativas”, indicó Olivera en rueda de prensa, en alusión a la necesidad de aplazar el inicio del consumo en el transcurso de la adolescencia, para finalmente lograr que, de darse, sea luego de cumplidos los 18 años.“La aprobación de una Ley que enfoque el problema de las bebidas alcohólicas es un logro. Nos hubiera gustado tenerla aprobada mucho antes, porque no la podremos implementar, pero estamos trabajando para dejar armada, y eventualmente aprobada, la reglamentación para que se comience a implementar cuanto antes”, sostuvo.En este sentido, entiende que es fundamental lograr un cambio cultural similar al que se dio con respecto al consumo de tabaco.Encuesta indica que 30 % de los adolescentes registró consumo abusivo de alcohol en últimos 15 díasPara el estudio se obtuvo una muestra representativa a nivel nacional de 5.228 estudiantes distribuidos en 100 centros y 297 clases de locales de enseñanza públicos y privados, incluyendo escuelas técnicas ubicadas en ciudades de más de 10.000 habitantes.El informe indica que uno de cada cuatro estudiantes probó marihuana alguna vez y el 19,7 % consumió esta droga en el último año, sin diferencias por sexo. La edad media de inicio del consumo en esta población se ubica en los 15 años.En cuanto al alcohol, 8 de cada 10 estudiantes consumió alguna vez y casi 3 de cada 10 tuvo uno o más episodios de abuso de consumo en los últimos 15 días, sin diferencias por sexo. La edad media de inicio de consumo es la más baja de todas las sustancias: 12,8 años.Además, el 40 % de los estudiantes ingirió bebidas energizantes en el último año. Junto con el alcohol, son las dos sustancias que registraron un aumento estadísticamente significativo respecto de 2016.Por otra parte, el 10,4 % de los estudiantes consumió tabaco en el último mes. Esto revela una estabilidad en el dato desde 2014.Las mujeres lo consumen en mayor medida.El 3,5 % de los alumnos consumieron alguna vez cocaína y el 2,2 % de los estudiantes lo hizo en los últimos 12 meses. No se registran diferencias significativas respecto de las dos mediciones anteriores.El informe indica que el 20,7 % de los estudiantes consumió tranquilizantes alguna vez y el 8,3 % lo hizo sin prescripción médica.En tanto, un 2,9 % consumió alguna vez alucinógenos.Los que recurrieron a la pasta base representan un 0,9 %. En este caso, se mantuvo la estabilidad alcanzada desde 2011 y se confirmó un uso marginal de esa sustancia en estudiantes de educación media. “Efectos a corto plazo de la ley que regula el mercado de marihuana en Uruguay” se titula la investigación de Magdalena Cerdá, profesora asociada del Departamento de Salud Poblacional del NYU Langone Health (centro afiliado a la Universidad de Nueva York) y directora del Centro de Epidemiología y Políticas Públicas Relacionadas con Opiáceos y Opioides de esa institución. Al presentar su trabajo, Cerdá comentó que, después del alcohol y el tabaco, la marihuana es la sustancia que más se consume en el mundo (3,8% dice haberla consumido en el último año, esto es, 188 millones de personas), y que en varios países su uso y su potencia ha ido en aumento. Recordó que si bien no es una droga que esté asociada a mayores problemas de salud pública, el uso temprano y frecuente encierra un mayor riesgo de que aparezcan trastornos psiquiátricos (como esquizofrenia), problemas respiratorios, que incida negativamente en accidentes de tránsito y en el rendimiento académico y profesional.Cerdá se propuso evaluar los cambios en las percepciones de riesgo y disponibilidad de marihuana, y la prevalencia, frecuencia e intensidad del consumo. Para saber si los cambios en el consumo de marihuana se debían sólo a la aplicación de la ley, resolvió comparar la evolución del consumo en Uruguay con la de dos países de la región que no tuvieron cambios en su legislación, concretamente con 24 provincias de Argentina y 15 regiones de Chile con las cuales había mayor semejanza sociodemográfica.La investigadora señaló que en la población general (de 15 a 64 años) la prevalencia de consumo en el último año y en el último mes después de implementada la ley en Uruguay tuvo “un leve aumento” (4,7% y 2,7% respectivamente) pero sostuvo que “ninguno de estos cambios fue estadísticamente distinto que cero, o sea, no fue distinto de lo que uno podría esperar por razones de variación aleatoria, no hubo un mayor aumento de consumo en Uruguay que se podría atribuir a la ley”.En relación a la población de 15 a 25 años, concretamente, también identificó un leve aumento en Uruguay respecto de lo que ocurrió en las regiones de Chile y Argentina, pero “no es una variación que sea mayor de lo que se podría esperar por razones aleatorias”, y lo mismo identificó en el grupo de mayores de 26 años. Tampoco halló ningún aumento en los síntomas de dependencia. Puso el foco en la población escolarizada (de 13 a 17 años) y por la disponibilidad de datos, la comparación sólo se hizo con las 15 regiones chilenas; tampoco allí encontró cambios significativos en cuanto a la percepción del riesgo por uso frecuente, a la facilidad de acceso, a la prevalencia del consumo por año y por mes.“El pasaje de la ley no llevó a un mayor aumento de consumo de marihuana entre estudiantes de enseñanza media”, reafirmó. Dado que la legalización del consumo de marihuana es para mayores de 18 años, para ver el impacto de la ley Cerdá buscó evaluar cómo había variado el consumo de marihuana entre los menores y los mayores de 18 años.“Si la ley tiene efecto, se vería un mayor aumento en los mayores porque tienen una vía legal de acceso”, se dijo. La variables que usó fue comparar el uso riesgoso de marihuana (para eso se apoya en una escala que evalúa si la persona fumó antes del mediodía, si fumó solo, si tiene problemas de memoria al fumar marihuana, si la familia o los amigos le han dicho que debería reducir el consumo, si ha intentado reducirlo sin tener éxito, o si ha tenido problemas asociados al consumo, como peleas, accidentes o bajo rendimiento académico) y la de uso intenso, que se aplica si consumió igual o más que diez días en el último mes.“Después de 2014 hubo un mayor aumento en el uso riesgoso en los mayores de 18 años en Uruguay” y la diferencia entre el consumo entre de menores y mayores de 18 años creció en Uruguay, y aumentó más en comparación con Chile, lo que indica que “el mayor aumento de consumo riesgoso fue enfocado en mayores de 18 años en Uruguay”, expresó.Y algo parecido observó para la variable del uso intenso: posiblemente ha habido un aumento en el uso intenso en esa población que ahora tiene acceso legal a la marihuana, dijo.Como conclusión, Cerdá remarcó que se trata de datos preliminares, puesto que las farmacias comenzaron a vender marihuana en 2017 y la medición que hizo es de 2018, por lo que es necesario ver el impacto con mayor distancia. De todos modos, comentó que “la regulación del mercado de la marihuana parece que tiene efectos limitados en el consumo de la marihuana, o sea que a nivel de la población no hemos visto aumento en el consumo”.Sí identificó que “puede ser que haya un posible aumento en consumo riesgoso e intenso en adolescentes de 18 años y más, pero eso se debería contrastar con las buenas noticias de que entre aquellos estudiantes que no tienen acceso legal no se ha visto un aumento en consumo problemático”.